jueves, 28 de febrero de 2019

Notas sobre Bukowski 1


Nota: hace algún tiempo quise escribir una lectura sobre un poema, lo llamé Bukowski: de la banalización al arte poético. Sin embargo, por algunas cuestiones personales y de tiempo no termine el escrito. Pero hay algunas anotaciones que al revisar me gustan y quisiera compartir en una serie de notas.



Una vez hablaba con un poeta y me decía “lo malo de Bukowski son sus seguidores”. Yo cambiaría la frase a “lo más triste de Bukowski es su marketing”. Quizás todos los que hemos leído a los malditos en algún momento quisimos imitarlos para alcanzar su grandeza, pero esta se nos escapó porque nunca entendimos la ecuación: no fue la locura la que los llevo a la creación sino la creación la que los llevo a la locura. Al final lo que terminamos emulando fue esa caricatura Hollywoodense de sexo, drogas y rock and roll que nos hace sentir rebeldes por unos minutos. Quizás lo más triste resulte siendo que el mismo Bukowski no quería quedarse en la caricatura e intentó hablar claramente “it's that kind of war: creation kills”. Pero son pocos los que les prestan atención a esas sutilezas del lenguaje y la mayoría prefieren quedarse con lo que haga sentir bien consigo mismo. Al final entiendo a la fanaticada de Bukowski: es más fácil ser un borracho que un gran escritor. Caemos en la misma banalidad de las cremas reductoras: en una botella esta lo que, sin esfuerzo, cambiara tu vida.

No estoy en contra de lo banal, pero no se puede confundir con lo artístico, con lo poético. Todos tenemos alguna banalidad en la vida, pero enfatizarla es dejar la poesía a un lado y convertirse en la caricatura de lo que otros quieren. El poeta esta para aquello que lo conmueve, que lo turba, hasta que esa energía sea creación y pueda otorgarle algo al mundo. Cuando se tiene ese algo para otorgar, y se pude lograr otorgar, es quizás el momento más difícil del poeta porque tendrá que enfrentarse a la banalidad del mundo y aun así seguir creando. Creo que aquí hay que especificar que para mí lo banal no tiene que ver con un determinado acto, porque sería una clasificación que dependería de lo cultural, del momento histórico. Preferiría decir que lo banal es todo aquello que no tomamos enserio porque no es vital. Por eso para Bukowski la cerveza termina convirtiéndose en algo sacro y para algunos de sus seguidores termina volviéndose en algo banal. Para Bukowski la cerveza es lo que le permite soportar el peso de la creación, se convierte en vital porque con ella puede soportar la sensación perturbadora que es su mirada sobre el mundo.

Quizás en su época Bukowski era un rebelde, pero su comportamiento ya no es una rebeldía el día de hoy. El Marketing ha hecho mercado de todo y aquello que en el siglo XX era una revolución ahora es solo otra forma de comercialización, o si no me creen miren cuantos buzos del Che Guevara hay a la venta o las bellas mascaras de V de Venganza. Al final no importa, el poeta solo tiene una forma de revolución: la palabra. No importa cómo te comportes el único camino es la palabra.

Ya que para ser un borracho no necesito de Bukowski, sino de algo de alcohol, mi interés en su literatura es en su poesía, en ese diálogo que se crea entre el lector y el texto, y no pretende iluminar a nadie.

Como mucho me sentí fascinado al leer “como ser un gran escritor”, esa promesa de la banalidad y el placer es atrayente cuando se lee con ingenuidad. Cuando lees y relees un texto muchas veces, en especial un poema, vas quitándole la piel y se va volviendo cada vez más complejo. Un buen poema crece con cada lectura y eso me pasa con ese poema de Bukowski. Su título juega con lo que ahora nos gusta tanto: los manuales, las guías, las formulas. A medida que avanza este siglo XXI las personas se concentran cada vez en buscar más y más manuales para facilitarnos la vida. Pensamos que la vida es una estructura a la cual ponerle tornillos y solo necesitamos saber en dónde ajustarlos. Lo irrisorio del asunto es que estamos en un punto donde hay un gran mercado de manuales que nos dicen cómo vivir, pero donde estamos más perturbados mentalmente. Parece que esos manuales no nos sirven. Cuando entras en el poema terminas entendiendo que ese “como ser un gran escritor” tiene una ironía implícita y una palmadita en la espalda para quien realmente quiere crear.

miércoles, 20 de febrero de 2019

Discusión Teológica


Mi fe
es un Dios quebrado
él no me defiende, no me socorre
no me ha prometido un cielo.
Mi Dios me ha dejado caer a la vida
y sin remordimiento, sin sentirse mal
me deja, si es necesario,
contra el suelo.
Me regala ser hombre.
Si es verdad que estoy hecho
a imagen y semejanza
mi fe
es un Dios quebrado.


miércoles, 13 de febrero de 2019

Polinizadores


Los demás me dicen que soy un amargado, que deje a los animalitos quietos, que es lo normal, que por siglos ha sido así. Pero a mí, me tienen harto. Ya me han trasquilado las hojas, cagado la corteza e invadido las raíces. Su constante apareo sobre mis ramas me tiene la savia agria. Yo no soy un hotel de mala muerte. Lo peor es cuando, abusivamente, me invaden como inmobiliaria barata, y mi cuerpo se convierte en una casa en la que no puedo decidir. Constantemente tengo que soportar el chillido de sus polluelos, el zumbido de las colmenas. La verdad, si no fuera por estas ganas de reproducirme, no dejaría que se acercaran.


miércoles, 6 de febrero de 2019

Complemento


Poeta en ascenso busca mujer que posea conocimiento en redacción y ortografía para desempeñar el cargo de amante. Debe tener excelente presentación personal, experiencia en edición y manejo en lenguas extranjeras. Las interesadas tienen que demostrar carisma, responsabilidad y carácter propositivo. Indispensable poseer disponibilidad de tiempo en horarios poco habituales. Si no cumple con el perfil absténgase de seducir.


Tomado del libro cincuenta cincuentenos (2014)