El siguiente punto podemos
llamarlo no confundir.
Anda al hipódromo por lo
menos una vez
a la semana
y gana
si es posible.
Aprender a ganar es difícil,
cualquier pendejo puede ser un
buen perdedor.
Normalmente, solo vemos en Bukowski una excusa para el sexo, la bebida y el juego. Pero cuando se habla de poetas, de verdaderos poetas, nada puede ser desapercibido. Si bien no soy un especialista de apuestas, veo que el hipódromo se convierte en una escuela para un desesperado. Pero él no va con la intención de perder, va con la intención de ganar. Aunque parezca obvio la verdad es que la mayoría de personas no van a ganar, van con la esperanza de ganar, lo que es diferente. El no dejará que sus caballos ganen por la providencia divina, mirará las carreras, las estadísticas, que caballo está cansado, a cual alimentan y si es posible saber quién hace trampa. Esto lo hace como un ritual, porque la poesía es ritual si se espera alcanzarla. Semanalmente como si fuera una iglesia. Pero la iluminación no se logra solo por una constancia pasiva, es necesario aprender a ganar, trabajar para ganar.
“any slob can be a good loser” lo traducen como "cualquier pendejo puede ser un buen perdedor". Una traducción más precisa de la palabra Slob es Haragán. La apuesta por la poesía no se basa en la espera o la esperanza, sino en el continuo y ritual trabajo de escribir. Debido a la cultura mediática y la banalización de todo, es difícil ver que Bukowski era un trabajador incansable, porque nuestra concepción de trabajar esta mediada por la explotación y no por el esfuerzo. También porque en el marketing vende más un viejo emborrachándose y follando, que un viejo sentado en una máquina de escribir todo el día.
Uno de las cosas que más risa me da es escuchar a prospectos de escritores decir “no leo para no influenciarme”. Incluso a veces me enternece escucharlos, me resulta difícil pensar cuan ingenua es una persona para poder pronunciar eso con tanta convicción. Así que lo siguiente del poema lo llamaremos elegir la influencia.
y
no olvides tu Brahms,
tu
Bach y tu cerveza.
El asunto es el siguiente, los
hombres nacemos bajo una sociedad, que gústenos o no, nos influencia día a día.
Muchas ideas que nos parecen originales, que parecen salir de nosotros, no son
pensamientos propios, sino los esquemas que la sociedad nos regala para
entender y manejarnos en el mundo. Esto también se aplica en las artes, muchas
ideas son la repetición de un discurso, de una creación de antaño que cala en
nosotros, ya sea consciente o inconscientemente. Siempre nos vemos influenciados
por los otros. La lectura es la elección consiente de la influencia, ya que, al
tener diferentes autores, diferentes puntos de referencia, podemos expandir
nuestra capacidad de elección, nuestra capacidad de libertad. Quien no lee,
quien no se deja influenciar por las artes, termina dejándose influenciar por
el pensamiento masificado y diluido. Quien no lee termina matando su propia
libertad. Por eso Bukowski escribe “your Brahms”, “your Bach”, porque es la
elección que él tomó, eligió quienes influencian sus oídos, en ningún momento
dice “a Brahms” o “a Bach”, utiliza la palabra “your” para que el lector haga
conciencia de que cada quien elija su influencia y se apropie de ella.
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