No podría
preferir a una sin traicionar otra
no podría
fraccionar ninguna sin provocarme una herida
porque de ellas
estoy hecho y me van adhiriendo a las cosas.
Si me abrieran
las entrañas no me llamarían hombre
me llamarían
fluidos, páncreas, cadáver
pero si las
abrieran a ellas
no podría ni
susurrar el mundo.
Puedo decir que
fui átomo, materia, tejido,
vida
pero ni Dios
existe antes que la palabra;
solo unos
sonidos
que se parecen
al temor
y la sombra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario