lunes, 11 de mayo de 2020

Un niño mira la lluvia II


Me siento en la silla a escribir poemas
a ti no te importa, tienes el mundo en los ojos
entiendes mi inutilidad, y la inutilidad de la mesa
sabes que nada se quedará en este computador.
Entonces me pides la puerta, la pides para ti,
porque soy un ciego estúpido
ni siquiera me doy cuenta de la brisa
que socorre al fuego.
Cuando abro los vientos me dejas
arrastras tu silla, de amarillos y azules,
porque tienes el mundo en los ojos
y sabes para que sirve una silla.
Atardeces en la lluvia con tu risa.

2 comentarios:

  1. Hola Eder buenos días. Hermano, muy bello poema. Un abrazo querido poeta.

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    1. Gracias por tu comentario, me alegra que disfrutes de la lectura. Un abrazo

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