"En los momentos en que el reino de lo humano me parece condenado a la pesadez, pienso que debería volar como Perseo a otro espacio" Italo Calvino
viernes, 28 de diciembre de 2018
jueves, 20 de diciembre de 2018
Evocación
No supe que decirle a la tumba, hubiera querido ser un hombre religioso, ofrecer una oración. Solo supe contar los años, de su nacimiento a la muerte, de su muerte a mí hoy, de mi vida a su muerte. Solo pude callarme, mirar al cielo, repetir el número de la tumba, olvidar.
viernes, 14 de diciembre de 2018
Una divagación
Escoger una cama pequeña no
significa acabar con los laberintos, pero supongamos que eso es convertirse en
hombre. No me incomoda la soledad, esa abominable de nuestro siglo, ella
no es tan pesada, tan peligrosa. Lo que tengo es ausencia. Recoger,
rearmar, reagrupar lo que nos falta y no encontramos es brutal. Podría
gritar la soledad en las calles y otros miserables, como yo, escucharían, aunque
no salgan de sus rincones. He tenido el amor y aun así he caminado solo, porque
esa lumbre sabe incomodarnos los ojos, el paso de la luz. Pero hay cosas que
simplemente no están, que se desvanecieron antes de la aparición de la soledad,
antes de que alcanzáramos a hilar lo etéreo de la carne. En esta sombra no hay
abandono sino perdida, de aquí nadie se marcha.
martes, 4 de diciembre de 2018
Lealtad
Algunas palabras son intimas,
no revelan nada
las escribimos para nosotros,
forman parte de nuestra oscuridad
nadie aprenderá de ellas,
nadie hará odas con ellas
no serán referencia,
ni reposarán como epígrafe
pero necesitamos susurrarnos,
recordarnos.
no revelan nada
las escribimos para nosotros,
forman parte de nuestra oscuridad
nadie aprenderá de ellas,
nadie hará odas con ellas
no serán referencia,
ni reposarán como epígrafe
pero necesitamos susurrarnos,
recordarnos.
sábado, 1 de diciembre de 2018
El libro símbolo intangible
Los libros se nos volvieron algo
muy corpóreo, pasamos unas cuantas décadas, siglos, para lograr eso. Tomamos un libro con la mano, sentimos el paso
de las hojas en la punta de los dedos, nuestros ojos se inundan de sus letras
impresas, escuchamos el cambio de capítulo o el cierre de la obra. Al final,
cuando los interiorizamos, nos emocionamos con su olor. Ese acto, casi morboso,
de oler un libro, es un acto sensitivo donde queremos otorgar cuerpo a la
palabra. Es nuestra relación histórica donde
un objeto representa el símbolo.
Nos afianzamos en esa relación que
parece permitirnos poder sobre el símbolo. Lo poseemos en nuestra tiranía para
darlo o esconderlo según nuestro deseo. Sin embargo, es una ilusión. El símbolo
es demasiado poderoso y termina usando al hombre como vehículo de transmisión.
El libro no es más que otra forma de hacer emerger su fuerza, como lo puede
hacer una página web o una historia contada en una fogata.
Amo los libros. Tengo mis propios
tesoros, como el libro firmado por Ledo Ivo o una antología de poesía chilena
que no consigo en Colombia. Pero la web ha sido mi fuente más grande de lectura:
Vallejo, Benedetti, Gelman, Poe, Neuman, Baudelaire, Bukowski, los Beat, Pound,
Rulfo, Lorca… ha sido la virtualidad uno de los componentes que me ha ayudado a
formar como lector. El otro componente importante son buenos amigos lectores y críticos.
Por eso no me asusta enfrentarme como autor en la web. Así como se me abrieron
las lecturas que necesitaba, sé que, si mi libro tiene algo para ofrecer, se abrirá
para otro lector.
https://www.amazon.com/prometido-Spanish-Giovanni-Cervera-Mart%C3%ADnez-ebook/dp/B07KPZ1STP
sábado, 24 de noviembre de 2018
Hoy gratis en Kindle
Recuerden que hoy 24 y mañana 25 esta de forma gratuita el poemario Nada Prometido por Amazon. Por la Play Store pueden descargar la APP Kindle para usuarios de Android
miércoles, 21 de noviembre de 2018
Presento mi eBook: Nada prometido
Pienso en como presentar este poemario. Termino
remontándome sobre otros, antes de abrir mis palabras.
A quien pueda interesar
(José Emilio
Pacheco)
Que otros hagan aún
el gran poema
los libros
unitarios
las rotundas
obras que sean
espejo
de armonía
A mí sólo me
importa
el testimonio
del momento que
pasa
las palabras
que dicta en su
fluir
el tiempo en vuelo
La poesía que busco
es como un diario
en donde no hay
proyecto ni medida

Como pueden ver no sirvo para hacer
parafernalia. Solo espero que el lector pueda darme el beneficio de la duda,
que es lo único que necesita un libro.

Espero que, si el libro es de su
agrado, lo compartan.
viernes, 16 de noviembre de 2018
El dios del tiempo
De pronto todo se detuvo. No
podía mover mis músculos o ver distintos ángulos, ni siquiera se movía mi pelo.
Las ráfagas de viento que levantaban polvo estaban inertes, dejando pequeños
remolinos que parecían vasijas en una mesa de noche. Todo y todos en las calles
estábamos quietos, como un salón de estatuas vivientes. De repente vi un ser
blanco, sin rostro, tatuado con números y pequeñas rayas; tenía brazos y
piernas que parecían manecillas. Caminaba alrededor del jardín humano. Se sentó
cerca de mí.
―Hijo, no te preocupes, es
solo que los dioses también se cansan.
domingo, 11 de noviembre de 2018
domingo, 28 de octubre de 2018
Metodología de la soledad
Ella se fue con la maleta bien
empacada y sin mucho escándalo. Ya no había que amar, así que no dejó nada en
la casa, por lo menos nada de ella. Él se quedó con los pasillos haciendo eco
con los pasos. Se sintió anonadado. Lloró porque pensó que así era el
protocolo. Empezó a sentir los ojos secos e incómodos. Prefirió dormir. Pasaron
varios días, comía más por rutina que por hambre. Desvelaba la noche y acostaba
el día. Solo el ruido del teléfono volvió a otorgarle el sentido del tiempo.
― Halo, diga.
― ¿Viejo que pasó? Hace días
no ha vuelto al trabajo.
― Nada.
― ¿Verdad que se divorció?
― Ya le dije que no pasó nada.
― En la oficina los jefes ya
le están buscando reemplazo y dicen que lo van a echar.
― No se preocupe. Mejor dígales
que mañana paso mi carta de renuncia.
― ¿Pero por qué? Viejo, dígame
que paso.
― Ya le dije que no pasó nada,
chao.
Se sentó en la computadora.
Escribió la carta. Prendió el celular y vio las llamadas perdidas de la
oficina. Envió por correo electrónico la carta junto con algunos agradecimientos.
Estimó cuánto dinero le quedaría después del divorcio. Buscó calcular la soledad,
pero no pudo. Se quedó catatónico mirando el computador. Rumiando la
incomodidad que sentía en el pecho. Viendo las letras del teclado empezó a
divagar “los símbolos fueron la tecnología que nos ayudaron a transpolar
nuestro pensamiento, entonces, ¿Cuál sería el sistema más adecuado para
traspasar nuestros sentimientos?” Buscó por la web y en bases de datos algunos
postulados científicos y mecanismos de transmisión de emociones. Lo más cercano
que encontró fue el arte. Intentó algunos días escribir poemas y pintar
cuadros, había encontrado algo que lo hacía descansar, pero esto carecía de
rigurosidad metodológica y no plasmaba completamente lo que se quería; además,
el resultado no era predecible. Volvió a la web. Investigó. Empezó a realizar
formulas y diseñar procesos para corregir la falencia. Realizó diversas
simulaciones en la computadora, pero los datos eran inconclusos.
Solo bastaron algunos meses
para que la pesadumbre volviera, para que volviera a sentir los ecos en los
pasillos. Regresó el desgano por los alimentos, la desconexión con el sueño y
la incertidumbre de no saber qué hacer. Se tiró en la cama y se percibió como
un minusválido; y casi como una diosa blanca llegó la idea. El problema nunca
fue transmitir los sentimientos, sino que él era un minusválido, le fallaba una
parte de su cuerpo y había que remplazarla. Empezó por comparar los estudios
sobre el tema con sus datos empíricos. Pese a lo que leía a él no le dolía la
cabeza, su cerebro estaba lucido. Lo que le dolía era esa arritmia triste que
producía el nombre de ella. “Ahora si el músculo cardíaco seguía bombeando
sangre significaba que no todo estaba perdido.” Se encontraba en una
encrucijada: buscar la parte defectuosa o cercenar por completo el corazón y
usar una prótesis. Un golpe en la puerta lo interrumpió.
― Señor, soy el abogado de su
esposa y en vista de que no ha respondido las citaciones vengo a que firme los
papeles.
Agarró las hojas y firmó.
― Tome, y váyase a la mierda.
Cerró la puerta y empezó a
diseñar la prótesis. Pensó en los materiales. Con los metales se exponía a una
intoxicación y su peso podría lastimar los demás órganos, así que prefirió
utilizar algún polímero especial. Llamó para hacer el pedido. Mientras pasaban
los días empezó a organizar la casa. Barrió los pasillos y brilló las mesas.
Rompió los poemas y colgó los cuadros. Botó los recipientes plásticos de comida
y limpió la cocina. Salió al centro y se tomó una gaseosa. Coqueteó con algunas
transeúntes. Volvió a la casa. La soledad era igual de perturbarte, pero solo
había que aguantar poco tiempo. La ansiedad se acumulaba con las horas. El día
que llegaron todos los materiales se sentó a dejar su diseño perfecto. Revisó
cada milímetro, dejó reforzado cada ventrículo y aurícula. Falsifico exámenes,
pruebas y autorizaciones para facilitar la operación.
Los periódicos lo empezaron a
llamar el nuevo milagro de la ingeniería. Gracias a las numerosas entrevistas
en los noticieros, y a la omisión de algunos datos de su historia, empezaron a
llegar cartas de amor que prometían cuidar la prótesis. Al final decidió salir
con sus enamoradas, pero notó un comportamiento repetitivo.
― Vamos a tu casa… me dejas
ver la cicatriz de tu pecho…
Las ropas se caían. Algunas
muy rápidas, otras muy tímidas. El resultado era el mismo. La cama chirriando,
algunos gemidos fingidos, otros muy sinceros. Dormían. Luego ellas se
levantaban. Recorrían la casa pensando en el matrimonio y eligiendo el cuarto
de los niños. Cuando llegaban a los pasillos, la luz del día se estrellaba
contra los cuadros y a ellas la garganta se les atoraba con una soledad que las
dejaba llorando. Anonadadas se largaban de inmediato, las más fuertes volvían a
la habitación para vestirse y despedirse. Las más sensibles partían con su
desnudez. La casa se llenó de cuerpos ausentes.
Él Comenzó a sentir una
incomodidad que no sabía en donde estaba. Algo le faltaba en las manos o mejor
dicho en todo el cuerpo. No había nada que le doliera. Pensó que quizás la
prótesis estaba fallando. Revisó sus cálculos y medidas, pero los números no
los erraba. Los médicos empezaron a evaluarlo. El cuerpo estaba perfecto, no
podía tener mejor salud. De nuevo volvió a dormir el día y despertar la noche.
Todo era repetitivo. Sentía silbar el viento en los pasillos y los ecos en el tejado.
Cuando una mujer lo acompañaba, esperaba la partida, el golpe de la puerta.
miércoles, 24 de octubre de 2018
Matrioshka
Un poema que publiqué hace rato. Espero poder compartir mas contenido como este mas seguido.
jueves, 18 de octubre de 2018
Psicoarácnisis
Urdió un diván de seda para que todos los
mosquitos con problemas emocionales encontraran la paz.
martes, 16 de octubre de 2018
Ocobos
No creo en la belleza
de los Ocobos, creo en su fealdad, cuando se despojan de sus flores y estas
caen como bombas al suelo, queriendo fertilizar el asfalto. Se destiñen hasta
la muerte. Gritan hasta que se van desvaneciendo en una masa negra, macerada
por las ruedas de los carros.
Las flores de los Ocobos
quieren reventar el concreto
y con su leve cuerpo
se arrojan contra la
acera.
lunes, 8 de octubre de 2018
Nota informativa
Casi
un año pasó para que volviera a retomar el blog, pero Pier Paolo Pasolini escribió:
“Para ser poetas, hay que tener mucho tiempo:
horas y horas de soledad son el único modo
para que se forme algo, que es fuerza, abandono,
vicio, libertad, para dar estilo al caos.”
Supongo
que de una u otra manera lo he hecho, un tanto a la fuerza, para lograr darle
algo de forma al caos. Quizás casi forzado me he tenido que dar paciencia sobre
mí para entender que es lo que se quiere en un libro. Quizás la vida misma se ha
encargado de alejarme y transformarme, soy ahora otro poeta, pero para asumirme
como tal se debe dejar fluir lo que ya le pertenecer al lector, o a la muerte.
Dejo
para ustedes un adelanto de lo que voy a publicar de una u otra forma este año.
sábado, 6 de octubre de 2018
Poemas a la espera
*
No necesito más que saber
de ti no surgirán Abeles
ni Caines.
Tu quebraste la sangre de Eva
y no importa cuánto Adán
habite en mi
todo lo que surja de ti
será nuevo mundo.
*
Si lo único
que habita tu útero son
fantasmas
me quedo con esos no natos
y amare la nada
como carne y hueso.
*
La vida no surgió de un
estallido
se necesitó que la oscuridad
organizará las estrellas
que el sol, la luna y los
planetas
se dieran distancia.
Cuando el mar se estrelló
contra la tierra
no surgió la vida
se necesitó de eones para la
alquimia
y al fin, en una unión,
en una fragilidad del tiempo
latieron las sombras.
*
Me gusta sentirte esculpiendo
vida
moldeando los gemidos
dando forma con la cadera
la gestación
es un cuerpo penetrando
y otro abierto
conteniendo el mundo.
*
Las madres han tenido que
gemir
hacer de los días un beso
sentir una sombra caliente
acurrucar su sexo en la luna
para que el hombre no muera,
ni siquiera de deseo.
*
Habrán muchos días de ausencia
donde todo asesine la
fragilidad
el viento será incendio en la
esperanza
los diluvios romperán el
acercamiento
nada reposará
en la pequeña manta que no
compramos.
*
Pese a la sonrisa
sabemos del riesgo
de una ausencia inextinguible.
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